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No considerar el arte como una selección entre las cosas del mundo, sino como su incansable transformación en algo maravilloso". Oskar Schlemmer

El hombre se ha expresado a través de las artes desde su aparición en la Tierra, y de esta manera ha manifestado alegrías, tristezas, deseos, emociones, pedidos y agradecimientos. Así nos llegan desde tiempos inmemoriales sus artes, y de su mano, sus costumbres, su vida toda, y hasta parte de su historia. La danza no es ajena a este fenómeno, y es posiblemente de las primeras artes a través de la cuál se comunica, y es importante destacar que tal vez sea la más simbólica de las artes ya que, al prescindir básicamente de la palabra, se acentúa la necesidad de una buena transmisión gestual.

La danza pues, es movimiento. Y un movimiento muy especial ya que requiere de cinco elementos fundamentales, sin los cuales ella no existiría. Ellos son:

De esta manera llegamos entonces a poder definir la danza como el desplazamiento efectuado en el espacio por una o todas las partes del cuerpo del bailarín, diseñando una forma, impulsado por una energía propia, con un ritmo determinado, durante un tiempo de mayor o menor duración.

El uso predominante de uno u otro de los elementos del movimiento no es siempre parejo. En algunas danzas predomina el ritmo, en otras el uso del espacio, etc. También es importante destacar que de acuerdo al carácter de ella se acentuará el uso de uno u otro elemento.

Cuando la danza no se manifiesta como el puro bailar, o como el equilibrio estético que es el ballet clásico, sino que se imprime una intención determinada se complementa con el que llamaremos Adicionales No Danzantes. Estos son cuatro: Mímica, Gesto simbólico, Canto y Palabra.

Veremos en principio una reseña de los tipos de danza que aparecen a lo largo de la historia como producto de las diferentes culturas. Así la primera gran clasificación que podemos hacer es la de danzas antiguas, por una parte, y danzas teatrales modernas por otra. Veremos danzas que aún en nuestra época perduran ya que forman parte de culturas primitivas o intermedias, pueblos que no han seguido el ritmo de la humanidad contemporánea en su evolución hasta nuestros días, y que nos brindan la posibilidad de comprobar en forma directa cómo era el arte de la gran mayoría de la humanidad en épocas anteriores. En estos casos se destaca el predominio de uno u otro de los elementos del movimiento que obedece a razones naturales, ya sea de alegría o tristeza. Lo que llamamos danza teatral moderna sufre un proceso inverso, ya que el coreógrafo se propone crear una danza de determinado carácter y usará el elemento para ese fin.